Por Juan Tomás Valenzuela
Con más de un millón de votos,
el cabrón villajuanero,
se fue a inscribir de primero
en la rifa de la Loto.
Aún rascándose el escroto
por su último fracaso,
se presentó este pelmazo
a la sede de la Junta,
trayendo a rastras la yunta
que aún delira tras sus pasos.
Este mismo delincuente,
en el dos mil diecinueve,
le dijo a Ricardo Nieves
que él ya tenía un tró de gente,
que entre los tarjetahabientes
que eran parte de su traba,
concretamente contaba
con cerca de dos millones,
entre compinches, lambones,
Óscar Medina y Cavada.
Lo raro es que a estos dos años
de crecimiento desmedido,
resulta que este bandido
ha disminuido el tamaño.
Obviamente es un engaño,
otra vez de este león,
porque si baja a un millón,
cuando debía haber crecido,
es claro que este bandido
miente por definición.
Yo no sé cómo hay personal
que aún creen es este maleante,
en su verbo itinerante
y en su sonrisa burlona.
Si no engañó a la leona
que lo cuejnió con Chayanne,
¿cómo cree este charlatán
que me va a engañar a mi,
prometiéndome que a Luis
lo bajará del “fuin-fuan”?.
Juan de los Palotes
29 junio 2022